sábado, 8 de agosto de 2009

Lujuria

Por Líbana Nacif Heredia

Caminaba por aquella avenida que Miguel Alemán fundó para explotar la belleza natural del lugar de carrizos. En aquel 1949, Alemán Valdés no hubiera imaginado la cantidad de formas perversas en las que ha sido utilizado su máximo legado al estado de Guerrero hoy a casi 50 años de su fundación.

Construcciones irregulares prevalecen a las orillas de sus playas, fracasados proyectos para resaltar su belleza yacen en sus mares, pero el agravio mas soberbio es aquel que pretende utilizar la costera, la luz natural de su belleza, para hacer con la creatividad y la mano del hombre la avenida del tributo a la personalidad de un protagonista de coyuntura.

Sin recato ni tesura, la zona turística se ha convertido en el foco del imperio. Da igual mirar a la izquierda o a la derecha, oír o respirar, abrir la boca o callar. La lujuria se las ha ingeniado para penetrar en todos tus sentidos, para que no quepa duda que hay una mano que traza la ruta y que no habrá fuerza que la haga basilar ni mucho menos intenciones que pretendan bloquear su camino hacia su consolidación como imperio.

Allá donde la escénica da la bienvenida al mirador mas bello, aquel que ofrece un espectáculo natural entre verdes colinas que acarician las nubes, colinas que saludan de frente al azul de la bahía y a su verde ombligo (la Roqueta), antes de percibir semejante bienvenida, se erige soberbio y arrogante el espectacular mas grande que pariera el hombre sobre la extensión de la creación de Miguel Alemán, para imponer la presencia aquel hombre de coyuntura y advertir el dominio que viene por parte de los suyos.

Un promocional mas del gobierno municipal, pero no un promocional cualquiera, este es uno que esconde un mensaje subliminal que advierte lo inadvertible, por que es de todos conocido, la vuelta a la hegemonía del viejo imperio.

El anuncio, recoge las características de la imagen de los candidatos del PRI en la pasada elección federal. Además de llevar los colores de este partido, el logotipo del Ayuntamiento Municipal, se ve incrustado en el fondo blanco satín de una bandera nacional, tal y como aparecía la propaganda de los candidatos del Partido Revolucionario Institucional, con su imagen y slogan sobre el lienzo que en las orillas laterales a los dos extremos, apenas asomaba el verde y rojo de nuestra bandera, la de todos.

Y nosotros, los rebeldes y los súbditos, con la opinión y la crítica como nuestra única arma, saludamos, unos con amor, otros con desdén, otros con coraje, la soberbia advertencia del imperio.
Es repugnante la manera en que con imágenes pretenden inducirnos a una concepción del presente y a una protección del futuro.

Es increíble cómo el gobierno concibe nuestra capacidad de reflexión queriendo hacernos creer que existe un Acapulco decidido a mejorar cuya responzabilidad está estrictamente vinculada a un partido político, es increíble también cómo la belleza natural de la costera es viciada con propaganda política lujuriosamente colocada, claramente dirigida y plasmada para exaltar al rey y la familia del imperio.

Aunque priísta, Miguel Alemán se asustaría si mirara en lo que hoy su descendiente político ha hecho con su legado.

Líbana Nacif Heredia

Líbana Nacif Heredia
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