Por Líbana Nacif Heredia
Diversas son las expectativas, sueños e ilusiones que nos invaden a escasos días de finalizar el 2007. Hay quienes recurren a los propósitos de año nuevo, las mandas o preparan sus doce deseos para la hora de comer las uvas. Trabajo, escuela, familia y amor son algunos de los ejes de nuestros deseos personales. Pero yo me pregunto si San Marcos pudiera ¿qué pediría para el 2008? Y no me refiero al santo San Marcos que aguarda en nuestra parroquia, tampoco es otra de mis locuras irónicas, sino un intento por analizar lo que sería deseable para el municipio en el nuevo año.
2008 año que San Marcos recibe con breves indicios de modernidad, nuevos bancos y casas de cambio, otro cajero automático “como si hubiera mas dinero en los hogares” la modalidad de tarjeta nomina para los trabajadores del “H”, el primer restaurante de comida oriental, la aprobación del proyecto de Universidad Tecnológica de la Costa Chica en espera del siguiente paso, con una delegación municipal de la Cruz Roja dispuesta a seguir en pie de lucha para quedarse, con el pleito misógino de la Comisaría Ejidal de Las Cruces aun sin resolver, con la obra de la calle Nicolás Bravo en espera de ser concluida.
2008 año critico, el último de nuestro actual Alcalde y la posible tercera alternancia municipal. La cuenta regresiva hacia el fin de periodo administrativo bibianista y por tanto la hora de iniciar el recuento de los logros y retrocesos de su gobierno. El año de los ajustes y reacomodos en el interior de su partido fragmentado por la escisión galleguista y mas tarde el liderazgo de personajes externos al abrigo del presidente, como Arturo Heredia.
Año delicado para el partido Acción Nacional que durante los últimos años ha luchado por consolidarse en el municipio tras el gobierno de Fernando Sotélo y representa hoy la segunda fuerza política según los resultados electorales de 2005, pero que no obstante tiene un numero muy reducido de militantes (32 militantes según su delegado municipal, José Luís Agatón Genchi) y que por tanto corre el grave riesgo de descender posiciones en las próximas elecciones a falta de un líder carismático que logre volver a convocar a las mayorías.
Año decisivo para el PRD que aguarda como tercera fuerza política en el municipio, con un solo regidor en el cabildo, quien abandera de manera constante la verdadera oposición, a costa de represiones por parte del presidente y por ende con la critica y descalificación de parte importante de las sociedad; año decisivo para personajes del partido como Lorenzo Genchi quien después de salir bien librado de un momento de salud critico, emerge de su reposo para dar, por segunda ocasión, la batalla por la presidencia municipal, esta vez con el apoyo de imponente clase política. Año decisivo también para Gustavo Villanueva, perteneciente ya a la nueva clase política, quien había aguardado algunos años observando los movimientos políticos internos del partido, planeando su estrategia, generando aliados, construyendo su base ciudadana en el municipio y hoy dice Ya es hora, ya me toca!
Año de movilización política, en el que una vez más, las y los sanmarqueños esperamos nuevamente la pauta para el continuo desarrollo del municipio, algunos esperanzados en la administración municipal, los partidos, las autoridades, no así otros que desde las instituciones educativas y organizaciones civiles, como quienes integran este consejo editorial, luchamos por la construcción de un mejor San Marcos, con el ejemplo de la critica y la reflexión sobre temas de interés social y la protesta bajo el escrutinio de la razón en torno a las injusticias que nos acosan.
El desarrollo progresivo del municipio, desde al ámbito social, infraestructura urbana, administración pública y política sería talvez el gran deseo de año nuevo… ¡si San Marcos pudiera pedirlo!
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