Los derechos políticos de las mujeres en Guerrero, parecen ser respaldados por la normatividad oficial, elegir y ser elegida para ocupar un cargo público indican una idea por demás concensada entre las instituciones políticas que expiden leyes que aparentemente garantizan el cumplimiento de estos derechos mediante su incorporación en los organismos de dirección u otorgándoles facilidades para acceder a candidaturas a puestos de representación.
Existen diversos contrastes entre los diferentes lineamientos que reglamentan el acceso a las mujeres a la representación política, mismos que obstaculizan la integración del poder legislativo bajo el cumplimiento de las propias cuotas de género. El Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, expide una ley de cuotas que se queda corta al intentar establecer la paridad en la asignación de candidaturas, pues reserva apenas el 40% de éstas a formulas de propietarios de un mismo género, y en la redacción de éste artículo utiliza el concepto “procurar” y no “asegurar” llegar a la paridad, lo que deja un vacío en los procedimientos y mecanismos que los partidos políticos aplicarían para su cumplimiento.
Son los partidos políticos los medios para la consecución del fin de la lucha por la equidad desde una perspectiva politológica, pues ellos como semillero de élites que hacen y deshacen y construyen a su modo la llamada “democracia” que tipifica nuestro régimen político, tienen el poder de elaborar y hacer cumplir las normas que garantizan el pleno goce de los derechos políticos de las mujeres.
En Guerrero, el sistema de partidos no ha logrado hasta hoy darle un eficaz cumplimiento que siente las bases para una democracia paritaria, pues a pesar de la vigencia en la legislación local del sistema de cuotas de género que obliga a estos institutos políticos, los partidos, a postular mujeres en las listas plurinominales de candidaturas al legislativo, su impacto en la configuración del poder público ha sido mínimo e insipiente pues hasta hoy después de 15 años de que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos estipulara por primera vez el derecho de las mujeres a la participación política, ha sido deprimentemente escasa la presencia de estas en el poder público en el estado de Guerrero.
El Congreso del Estado hoy se configura con una minoría que representa en realidad a la mayoría de la población de Guerrero, las mujeres, ocupando a penas el 17% de las curules, esto es 8 de las 46 disponibles, 8 mujeres de las cuales a penas tres lograron acceder a través de la voluntad de ciudadanas y ciudadanos que en su distrito dejaron de lado la ancestral idea de que la mujer está destinada a las labores domesticas, y confiaron en ellas como personas capaces de dirigir y asegurar el bienestar de sus pueblos, mientras que las otras 5 mujeres legisladoras llegaron a la máxima tribuna estatal beneficiadas por el sistema de cuotas de género, que intenta de manera distinta desarrollar y mostrar sus capacidades políticas y a partir de ello generar que cada vez más mujeres accedan a través de la voluntad ciudadana, al igual que aquellas tres, postuladas por la llamada vía uninominal, que en el último proceso electoral lograron romper barreras ancestrales al lograr atraer la confianza de la gente a través de la voluntad expresada en el voto.
Continuar la lucha por los derechos políticos de las mujeres es una consigna que llevamos a cada paso, cada momento de nuestras vidas, talvez algunas menos consientes que otras, pero todas al caminar por la calle, al convivir con nuestra pareja, al participar en la dinámica social, al escribir reflexiones, pensamos en la fortuna de poder elegir libremente y en la defensa de esa libertad que poco a poco vamos ganando, creamos también en nuestro imaginario mecanismos y condiciones para lograr ser elegidas y ejercer con sabiduría las grandes capacidades y virtudes de las que estamos dotadas todas las mujeres, que sin duda aprovecharlas contribuirá a la generación de un mejor gobierno.
Existen diversos contrastes entre los diferentes lineamientos que reglamentan el acceso a las mujeres a la representación política, mismos que obstaculizan la integración del poder legislativo bajo el cumplimiento de las propias cuotas de género. El Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, expide una ley de cuotas que se queda corta al intentar establecer la paridad en la asignación de candidaturas, pues reserva apenas el 40% de éstas a formulas de propietarios de un mismo género, y en la redacción de éste artículo utiliza el concepto “procurar” y no “asegurar” llegar a la paridad, lo que deja un vacío en los procedimientos y mecanismos que los partidos políticos aplicarían para su cumplimiento.
Son los partidos políticos los medios para la consecución del fin de la lucha por la equidad desde una perspectiva politológica, pues ellos como semillero de élites que hacen y deshacen y construyen a su modo la llamada “democracia” que tipifica nuestro régimen político, tienen el poder de elaborar y hacer cumplir las normas que garantizan el pleno goce de los derechos políticos de las mujeres.
En Guerrero, el sistema de partidos no ha logrado hasta hoy darle un eficaz cumplimiento que siente las bases para una democracia paritaria, pues a pesar de la vigencia en la legislación local del sistema de cuotas de género que obliga a estos institutos políticos, los partidos, a postular mujeres en las listas plurinominales de candidaturas al legislativo, su impacto en la configuración del poder público ha sido mínimo e insipiente pues hasta hoy después de 15 años de que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos estipulara por primera vez el derecho de las mujeres a la participación política, ha sido deprimentemente escasa la presencia de estas en el poder público en el estado de Guerrero.
El Congreso del Estado hoy se configura con una minoría que representa en realidad a la mayoría de la población de Guerrero, las mujeres, ocupando a penas el 17% de las curules, esto es 8 de las 46 disponibles, 8 mujeres de las cuales a penas tres lograron acceder a través de la voluntad de ciudadanas y ciudadanos que en su distrito dejaron de lado la ancestral idea de que la mujer está destinada a las labores domesticas, y confiaron en ellas como personas capaces de dirigir y asegurar el bienestar de sus pueblos, mientras que las otras 5 mujeres legisladoras llegaron a la máxima tribuna estatal beneficiadas por el sistema de cuotas de género, que intenta de manera distinta desarrollar y mostrar sus capacidades políticas y a partir de ello generar que cada vez más mujeres accedan a través de la voluntad ciudadana, al igual que aquellas tres, postuladas por la llamada vía uninominal, que en el último proceso electoral lograron romper barreras ancestrales al lograr atraer la confianza de la gente a través de la voluntad expresada en el voto.
Continuar la lucha por los derechos políticos de las mujeres es una consigna que llevamos a cada paso, cada momento de nuestras vidas, talvez algunas menos consientes que otras, pero todas al caminar por la calle, al convivir con nuestra pareja, al participar en la dinámica social, al escribir reflexiones, pensamos en la fortuna de poder elegir libremente y en la defensa de esa libertad que poco a poco vamos ganando, creamos también en nuestro imaginario mecanismos y condiciones para lograr ser elegidas y ejercer con sabiduría las grandes capacidades y virtudes de las que estamos dotadas todas las mujeres, que sin duda aprovecharlas contribuirá a la generación de un mejor gobierno.
1 comentario:
TRABAJO POR LA EQUIDAD DE GENERO, MI MOVIL 7445851238
OJALA PODAMOS HACER ALGO JUNTOS
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