Al Otro lado del Río

* Una revisión de la participación de las mujeres en el cabildo de San Marcos, desde la mirada critica de Omar Nacif, con el análisis empirico de las actas de cabildo, que hablan por si solas.

Mujeres políticas: Decepciones

Por Omar Nacif Heredia

Hace todavía un par de años cuando la participación de la mujer en la política radicalizó su protesta por acceder a espacios de representación popular y de paso a cargos administrativos y de dirección en la formación de gobiernos municipales en San Marcos. De hace unos años también no muy lejanos, los san marqueños vimos postularse de manera interna en el PRI a mujeres para presidentas, diputadas, síndicas y regidoras, y aunque no siempre corrieron con suerte, por su constancia lograron espacios importantes al interior de la administración municipal.
Lo mismo es para el PRD y muy recientemente para el PAN. Justamente la mujer sanmarqueña, aunque no siempre en total unidad y sí en constante discordia, ha logrado su lugar en la clase política dirigente del municipio. El resultado de su lucha de género se ve reflejado en las tres actuales regidurías: Zulema García González, regidora de la Participación Social de la Mujer; Edith Rodríguez Muñoz, regidora de la Participación Social del Migrante, y Alcy Moreno Vázquez, regidora de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Queriéndolo o no, estas mujeres han marcado historia: por primera vez tres mujeres regidoras ocupan espacios en una administración municipal. Es éste su momento y oportunidad de marcar la diferencia y mostrar de lo que la mujer política sanmarqueña está hecha y cambiar así los estigmas machistas que por décadas les han impedido tener un respetable espacio de representación popular. De ellas depende por el momento (y de nadie más) la continuidad de la mujer en los primeros niveles de gobierno en el municipio. Su ejemplo de trabajo y desempeño político es fundamental para este objetivo.
Una manera de conocer el desempeño de las ediles, es sin duda su actividad en el Cabildo municipal, por ser éste el órgano institucional de formación de acuerdos y toma de decisiones en el desarrollo municipio. Tomando como referencia ocho sesiones de Cabildo correspondiente a los meses de noviembre y diciembre del 2009, y febrero, marzo, abril y mayo del presente año, se tiene como resultado una participación de 141 intervenciones de parte del cuerpo edilicio (regidores y síndico), deliberación, debate, negociación, y reflexión sobre asuntos trascendentales del municipio.
Sin embargo, la participación de las mujeres regidoras no llegó ni al 1 por ciento, con un total de 5 intervenciones en Cabildo, de las cuales tres intervenciones fueron de la regidora Zulema y dos correspondiente a Edith. La regidora Alcy registra cero en participación.
Comparemos estos resultados con los regidores de mayor participación: Silvio Rodríguez, 41 intervenciones; Macario Cruz, con 25, y Tomás Palma, 25. Puedo concluir que la participación como representantes de la mujer, además de pobre, reprobable, insubstancial y raquítica, puntea con la holgazanería y el menosprecio al alto cargo público que ostentan. Su mediocre participación en el Cabildo da pie al traste otorgando veracidad al estereotipo social de que “en política, la mujer no sabe trabajar”.
La representatividad que las regidoras tienen: participación social de la mujer, participación social del migrante y del medio ambiente y recursos naturales, están relacionados con espacios importantes de desarrollo comunitario y actividad política, combinado con la juventud de la regidora Alcy y la madurez de Zulema y Edith, pueden realizar un interesante trabajo político-social aglutinador, y fortalecer el movimiento de género municipal coordinando segmentos de mujeres de diferentes edades. Sin embargo, su desempeño en Cabildo ha dejado mucho que decir. Con una percepción mensual de 29 mil 910.42 pesos y un aguinaldo anual de 26 mil, a las regidoras se les facilitar el manejo en sus actividades como gestoras sociales pues cuentan con excelente soltura económica, pero su ambición en este aspecto oscurece su perspectiva de género y su carácter de funcionarias públicas.
Los miembros del Cabildo sanmarqueño se aprobaron en diciembre del 2009 un bono de fin de año por 40 mil pesos, alterno a su percepción de aguinaldo. Así las cosas, era mucho de esperarse pero poca acción de estas tres representantes del sector femenino en San Marcos.
Se mueven ahora nuevos cuadros políticos, mujeres candentes de participación política y de poder en los tres principales partidos políticos en San Marcos. De estos cuadros el tiempo dará la razón, pero, por lo que resulta de las actuales representantes de género, ha sido por el momento una gran decepción.